La paradoja de Sísifo

Qué año 2020, tan incierto que no volveré a él. Al menos nos ha confirmado que el mundo está cambiando. Tras el asombro por la COVID y un cierto tiempo de adaptación para pasar "a la reacción sana", me parece más relevante proyectarnos al 2021 en la acción y sobre todo en el estado de ánimo que desarrollar para tener éxito en este año de transición que promete ser rico. O tendremos que definir qué queremos hacer y cómo nos comportamos para poder avanzar, siempre teniendo en cuenta en nuestra investigación las nociones de optimización del significado y desempeño que las empresas y sus equipos necesitan más que nunca.

Mientras leo el libro de Albert Camus El mito de Sísifo (Fuente 1), me surgen varias preguntas como paralelismo a esta historia que me gustaría compartir con ustedes. Básicamente, ¿no somos todos un poco como Sísifo, el que rueda su piedra hacia la cima de la montaña... para verla resbalar de sus manos y caer hasta abajo justo cuando estaba a punto de llegar a la cumbre?; entonces, ¿qué nos falta para llegar allí y cómo ir al otro lado para continuar el desarrollo de nuestras empresas, nuestros equipos, adaptándonos a un entorno cambiante evitando ver todos nuestros esfuerzos arruinados en segundos?

1- El mito de Sísifo y su actitud hacia la adversidad:

En la mitología griega, Sísifo es el hijo de Eolo y Enarety, también es el fundador de la ciudad de Corinto. En sus poemas, Homero considera que Sísifo es el más astuto de los hombres, mientras que para Aristóteles o Horacio es la encarnación del engaño y la traición. ¡Hay que decir que Sísifo hizo muchos esfuerzos para llegar allí! Para escapar de la muerte, que podría ser legítima pero requeriría otro debate, engañó repetidamente a los dioses que, para castigarlo, le obligaron por la eternidad a empujar una piedra a la cima de la montaña para que luego retrocediese justo antes de alcanzarla cumbre. Sísifo debe, por tanto, redescubrir la montaña, "poner su corazón a trabajar" y relanzar el intento de llegar a la cima de la montaña empujando su piedra una y otra vez... Entiendo que Sísifo está cansado de esta acción que no ha terminado y provisiono de sus repetidos fracasos para llegar hasta ahí.
 

Sísifo es tomado por primera vez por varios sentimientos que recuerdan un poco las 5 fases del duelo definidas por la psiquiatra suizo-estadounidense Elisabeth Kübler-Ross (1926-2004) considerada por la revista Time como una de las 100 principales pensadoras del siglo XX. Fue durante una visita a un campamento nazi en 1947 en la que descubrió dibujos de mariposas negras en las paredes que habían hecho niños judíos antes de morir y que significaban "volar como una oruga para finalmente convertise en mariposa", como la idea de esperanza y de un nuevo comienzo después de la muerte. Ella hizo de este dibujo el símbolo de su trabajo. En 1969 publica su primer libro “Sobre la muerte y los moribundos” (“On death and dying”) que sintetiza su primera investigación y en el que por primera vez explica el proceso de las 5 etapas del duelo (Fuente 2 ):

• Negación: “Esta es la fase inicial y la reacción al shock cuando nos enteramos de lo que nos está sucediendo. Al mismo tiempo, tratamos de digerir la realidad de nuestra pérdida y, por lo tanto, nuestra mente puede tardar algún tiempo en adaptarse a esta nueva realidad”.
• Ira: "¡Vaya, esto es totalmente injusto! Detrás de esta reacción de enfado, a menudo se esconde el dolor y los miedos no expresados".
• Negociación: “Cuando nos enfrentamos a una pérdida, a veces nos sentimos tan desesperados que estamos dispuestos a hacer cualquier cosa para aliviar el dolor”.
• Depresión: “La etapa más larga y, a menudo, la más difícil. Puede durar meses e incluso varios años”.
• Aceptación: “Este es el último paso en todo el proceso de duelo. Cuando llegamos a esta fase, no significa que ya no sentimos el dolor de la pérdida. Sin embargo, es una fase de reconstrucción en la que nos resignamos a aceptar la realidad de la situación. Este es también el período en el que la vida reanuda su curso”.

Incluso si Elisabeth Klüber-Ross aborda un tema mucho más doloroso, el de la pérdida de un ser querido, hay que reconocer que los equipos también pasan por el mismo proceso de reacción que el descrito anteriormente cuando sus empresas enfrentan situaciones inéditas y violentas que las impactan directamente. Durante mis reuniones con mis clientes, sus equipos o prospectos el año pasado, pude darme cuenta de la precisión de este proceso. A veces molesto por la falta de respuesta de mis interlocutores, tuve que recordar que cada uno tiene su propio ritmo frente a la adversidad y que hay que respetarlo. Es solo cuando terminan las 5 fases en la que nuestra mente de forma natural se pone a buscar una solución, otra forma, otra manera de actuar y el hecho de compartir la reflexión sobre las acciones, el sentido y los medios para llevar a cabo esta transformación y esta adaptación de la empresa a su entorno es fascinante.

Volviendo a nuestro amigo Sísifo, aquí es precisamente donde Albert Camus nos desafía y su análisis es interesante. Se detiene en el rostro de Sísifo y piensa cuando Sísifo ve todos sus esfuerzos reducidos a nada mientras ve su piedra caer cuesta abajo de la montaña a toda velocidad. ¿No te dice eso algo sobre lo que le pasó a tu negocio en 2020 a causa de este maldito virus, como decía la canción? Por supuesto que Sísifo está enojado, maldice a los Dioses y reniega con toda su alma, pero Albert Camus agrega al final un elemento que me parece fundamental en estos tiempos complicados: la esperanza. Escribe el escritor francés: "Habla de Sísifo y sus sentimientos pero al final de la esperanza renacida de retomar su tarea y seguir creyendo en ella". Para Camus, Sísifo es también el héroe perfecto del absurdo porque si recupera la esperanza y vuelve a trabajar... lamentablemente siempre lo hace con la misma receta. Sin embargo, parafraseando a Albert Einstein “¡habría que estar loco para pensar en obtener un resultado diferente aplicando siempre la misma receta! "

Por lo tanto, esto nos lleva a otra reflexión fundamental: las empresas suelen tener la estrategia adecuada, las habilidades adecuadas interna o externamente, los medios y, sin embargo, la transformación suele ser difícil porque les falta algo, a menudo intangible y más psicológico que no únicamente proviene de la pura competencia técnica. Entonces, ¿cómo empezar el 2021 para llevar a nuestras empresas y a nuestros equipos no solo esperanza sino sobre todo un camino para superar las dificultades encontradas y volver al éxito?

2- Para 2021, no solo desarrollar nuevas habilidades; trabajemos también para desarrollar el sentido de nuestras acciones y nuestras virtudes:
 

Si queremos remontarnos y sobre todo hacerlo bien, tenemos que ir más allá de las propias competencias profesionales que ya tienen las empresas para trabajar en la acción, en su significado y en las virtudes que los directivos deben fomentar. Aunque estas últimas son numerosas, he optado por centrarme en 6 virtudes que tanto necesitan nuestros tiempos convulsos entre las 18 analizadas y explicadas por el filósofo francés André Comte-Sponville en su notable libro Pequeño tratado de grandes virtudes (Fuente 3): Coraje, templanza, generosidad, gratitud, humildad y, finalmente, humor.

Pero antes de repasar estas virtudes en detalle, debemos volver al marco tan a menudo descuidado en las empresas, a saber: la visión y los valores. La visión de una empresa es un elemento fundamental y fundacional. Si bien complementa el posicionamiento de la compañía en su mercado de referencia, su principal cualidad sigue siendo acercar energías hacia un objetivo común. En cuanto a los valores defendidos, estructuran todas las acciones que tomará la empresa, son la columna vertebral en la que se apoyará la dirección para triunfar con sus equipos. Los equipos deben compartir y comprender abiertamente la visión y los valores para que se apropien de ellos y formen parte de sus pensamientos y acciones. Se trata de seminarios de formación sobre la visión y los valores (Fuente 4: Semirario formación "Autoactualización de su empresa"), para hacerlos mejor entendidos, darles vida y mejorar su aplicación. Esta inversión en formación forma parte de la búsqueda de sentido que los equipos están pidiendo cada vez más a las empresas y quienes toman la iniciativa van un paso por delante de la competencia.

Ahora, echemos un vistazo más de cerca a las virtudes que creo que son importantes para desarrollar en 2021 y que serán pilares tan fuertes como la estrategia correcta o la calidad de la gestión para sacar ventaja de la situación y empezar de nuevo encaminados hacia el éxito. Como he escrito anteriormente, he elegido 6 de las 18 listadas con detalle y adjunto algunas explicaciones dadas por André Comte-Sponville:

• Coraje: “De todas las virtudes, el coraje es posiblemente la más admirada universalmente. Un dato muy raro, el prestigio de que goza no parece depender ni de las sociedades, ni de las épocas y difícilmente de los individuos. La cobardía es despreciada en todas partes; la valentía es estimada en todas partes".

El coraje es importante hoy en día, porque se necesita para terminar "aceptando la situación", no para "caer en el regateo" que es la solución fácil cuando los números son ajustados, cuando los resultados están a media asta y la presión aumenta. Si queremos seguir optimizando el rendimiento y no maximizar los resultados, tener coraje es clave. El coraje también es necesario no solo para volver al trabajo después de tantas decepciones como lo hizo Sísifo... sino también para pensar en otra forma posible de sacar adelante tu negocio, por ejemplo, ¡no duda en dar la vuelta a la montaña para seguir rodando tu piedra!

• Templanza: Para explicarlo, Comte-Sponville cita al gran filósofo holandés Baruch Spinoza quien lo definió como "Por tanto, es sabio utilizar las cosas y disfrutar de ellas tanto como sea posible, sin detenerse en el disgusto, que ya no es disfrutar".

Por tanto, existe en esta noción de templanza la búsqueda del equilibrio entre lo que podemos obtener y sobre todo cómo conseguirlo, divirtiéndonos, cumpliendo y preservando el futuro de nuestros equipos, de nuestra empresa. En tiempos complicados y difíciles, el camino del éxito requiere templanza para tener presente esta idea de equilibrio y bienestar sin descuidar la búsqueda de una cierta excelencia en la aplicación de la estrategia y las acciones definidas.

• Generosidad: “La generosidad es la virtud de dar. No se trata de "atribuir a cada uno lo suyo" como decía Spinoza de la justicia, sino de ofrecerle lo que no es suyo, lo suyo y lo que le falta”.

Espléndida explicación de una virtud capital. Cómo pensar en motivar y federar equipos si cada uno trabaja de forma aislada, si el espíritu de equipo no está en su lugar, si el intercambio de ideas y resultados como con las famosas "mejores prácticas" -tan de moda- y que, bien hecho, te permita ir más rápido en la curva de experiencia, ¿no está hecho?

• Gratitud: “La gratitud es la más agradable de las virtudes aunque no es la más fácil. ¿Quién no preferiría recibir un regalo que un éxito? ¿Agradecer en lugar de perdonar? La gratitud es un segundo placer que prolonga al primero".

Aquí también, ¡qué importante es esta virtud! Quien dice gratitud dice respeto, tolerancia, sensibilidad y humildad. Solo hay que "dar las gracias" y así desarrollar en la empresa y en los equipos esta actitud positiva y saludable que agrada a todos y que participa en el sentido profundo de la acción.

• Humildad: "La humildad es una virtud humilde: ¡hasta duda de ser una virtud!" Quien se jactara de lo suyo, simplemente demostraría que le faltaba. Más bien, es una conciencia extrema de los límites de toda virtud y de uno mismo. Esta discreción es la marca, en sí misma prudente, de una lucidez inquebrantable y de exigencias inquebrantables".

Saber cuestionarse, no persistir como Sísifo en querer aplicar una y otra vez la misma receta, escuchar y aceptar con dignidad opiniones que a veces son divergentes pero en definitiva constructivas porque están alineadas con la visión y los valores de la empresa para triunfar juntos es algo difícil de desarrollar. Y, sin embargo, tan importante. La humildad es también una ilustración de que no se puede hacer solo y que la inteligencia colectiva es a menudo la solución. Sísifo no tenía a nadie con quien compartir sus dudas y penas, los dioses también habían pensado en esto en su retribución. En la empresa hay que hacer todo lo posible para, por el contrario, promover el cuestionamiento, la búsqueda de la mejor opción posible y la humildad es una virtud que participa plenamente de ello.

• Humor: tuve que elegir uno último de los 18, así que tomé el humor. "Que sea una virtud puede resultar una sorpresa. Pero es que toda seriedad es acoplable, incidiendo en sí misma. El humor nos preserva y, además del placer que nos da, es estimado por él”.

Qué difícil es tener o mantener su humor. Podemos ver todo a nuestro alrededor donde nuestra libertad de expresión y el lado un tanto rebelde que podemos tener es rápidamente derrotado por el ejército de personas "de pensamiento recto". Sin embargo, el humor también es fundamental en momentos de tensión como los que están viviendo las empresas durante este período, permite descomprimir, tomar un poco de distancia de las cosas, de los resultados, de todo lo que nos pasa. El humor no está para "tomarse nada en serio" sino para poner las cosas en perspectiva y así permitir que todo un equipo se ría un poco, para liberarse de presiones innecesarias para salir con el espíritu un poco más fresco y positivo, para buscar la solución al problema tomando la distancia, la perspectiva. Ahí nuevamente si observamos a Sísifo vemos que le faltó el humor, obsesionado con retomar su marcha hacia adelante para hacer lo mismo una y otra vez. ¡Sin humor, terminas agotándote en la tarea!

Sí, en 2021 estas 6 virtudes me parecen imprescindibles para desarrollarlas y valorarlas, ya que participarán en la implementación de soluciones innovadoras para lograr los objetivos, ¡estoy convencido!

3- Mis deseos para 2021: ¡Sintámonos positivos y llenos de esperanza. Continuamos nuestro camino hacia adelante… dando la vuelta a la montaña!

De hecho, si tanto nos llama la atención el mito de Sísifo es porque el héroe es un ser consciente. Entonces, ¿cómo podemos escapar del mito de Sísifo que nos rodea a todos y comenzar el 2021 de una manera diferente? En parte construyendo nuestros resultados gracias a nuestras habilidades técnicas, estando abiertos a las nuevas tecnologías, con una mirada responsable al día siguiente… ¡pero todas las empresas ya lo están haciendo!

En cambio, busquemos otro camino alrededor de la montaña que hemos estado haciendo durante casi un año. Atrevámonos a tomar aquello que pasa por el desarrollo de nuestras virtudes, por la búsqueda de sentido y la optimización del desempeño, compartiendo en los negocios el placer de hacer lo que nos gusta cada día con pasión. Porque afrontar y emprender los retos de hoy exige una reflexión sobre el Todo, una implicación constante en nuestro equilibrio y en nuestra responsabilidad individual y colectiva. En definitiva, actuar y promover se debe hacer en conciencia.

Feliz año 2021 a todos.

“Los dioses habían pensado con alguna razón que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza” (El mito de Sísifo, Albert Camus).

Fuentes bibliográficas

1. Camus, Albert: Le mythe de Sisyphe / El mito de Sísifo, Edition Gallimard, 1942.
2. Kübler-Ross, Elisabeth: Sobre la muerte y el morir, Editorial, 1969. Véase también: https://www.happyend.life/les-5-etapes-du-deuil-selon-kubler-ross.
3. Comte-Sponville, André: Petit traité des grandes vertus / Pequeño tratado de grandes virtudes, Presses Universitaires de France, 1995.
4. Formación Ithikos en colaboración con Wcoaching : «Auto-actualización de su empresa»/ 2021. Más información en http://ithikosconsulting.com/es/.